La vida de
una mujer nunca es sencilla, siempre está llena de obstáculo o
responsabilidades que caen del cielo y no estaban planificadas. Desde que
nacimos venimos con muchas responsabilidades, a medida que crecemos los
problemas se pegan a uno como un imán, por más que uno no lo espera.
Tal vez no pasa con todas, algunas tienen una infancia feliz, una familia ideal en donde no hay peleas o se aparenta en no tenerla. Otras saltan a la vista y se pueden ver imposibles de disimular.
Tal vez no pasa con todas, algunas tienen una infancia feliz, una familia ideal en donde no hay peleas o se aparenta en no tenerla. Otras saltan a la vista y se pueden ver imposibles de disimular.
A mí me pasó
algo parecido al segundo caso una familia que por afuera parecia una y por dentro estaba destruida.
Mi mamá es una mujer muy luchadora, con una fortaleza y agallas que me gustaría tener cuando crezca. Madraza como todas, siempre velando por el bienestar de sus seres queridos (sus pequeños cachorros), que por más que intenta enojarse no puede. Aunque no lo crean, ella me despierta a la mañana para que vaya a trabajar y quien se queda esperándome y no duerme hasta que llegue a casa sana y salva. A mi mamá le agradezco un montón de cosas y la amo.
Mi mamá es una mujer muy luchadora, con una fortaleza y agallas que me gustaría tener cuando crezca. Madraza como todas, siempre velando por el bienestar de sus seres queridos (sus pequeños cachorros), que por más que intenta enojarse no puede. Aunque no lo crean, ella me despierta a la mañana para que vaya a trabajar y quien se queda esperándome y no duerme hasta que llegue a casa sana y salva. A mi mamá le agradezco un montón de cosas y la amo.
Mi hermana
mayor es una de
las personas más dulce y tierna que pudo haber caído en nuestra casa y en
nuestra familia. Ella, por más que sufra alguna capacidad diferente, a mi me
gustaría tener esa inocencia y no sufrir tanto y que no me afecten muchas cosas
que me hacen daño.
Una perra, que se ha convertido en una
persona tan importante desde que vino a mi casa en manos de mí otra hermana
mayor, presentándola como su nietita. Lo más gracioso, es que mi mamá le
tenía miedo pero con esa mirada dulce nos compro a todos.
Por último
aparezco yo, una persona como tantas otras que tuvo que aprender a la
fuerza a dejar la niñez desde chica, dándole la bienvenida a una persona seria,
responsable que ha perdido aquella sonrisa que se ven en las fotos de la niñez.
Obviamente
como toda historia siempre aparecen los villanos, que tendrán un capítulo
aparte.
Actualmente
tengo 27 años, estudio y trabajo en sistemas. Vivo con mi mamá, hermana y
perra. Las amo y doy la vida por ellas, para no sufran y no verlas llorar. Para
evitar esos llantos yo me callaba y me guardaba los míos, mis lágrimas. Soy una
persona autoexigente y muy autocrítica.